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Ante la grave situación desatada por la pandemia declarada en torno al COVID-19, las actividades que desarrollábamos como sociedad se han visto trastocadas, afectando la salud, el trabajo, las relaciones familiares y hasta el modo de relacionarnos. La pandemia modificó el mundo y obligó a los Estados, a las empresas y a instituciones como Caja Forense a adaptar su misión y objetivos a la gravedad que impone este tiempo.

 

En este contexto, Caja Forense reaccionó en consecuencia y trabajó –dentro de los límites establecidos por el gobierno- para mantener activos los servicios asistenciales y profesionales para sus afiliados, poniendo todo el empeño para que las actividades que no se permitían brindar en forma personal, se pudieran realizar a través de la virtualidad.

 

            Como somos una institución vinculada a la salud, consideramos prioritario informar tempranamente sobre la gravedad de la pandemia como asimismo una serie de medidas preventivas tendientes a mitigar las posibilidades de contagio. Para ello, desde mediados de marzo realizamos una campaña informativa que incluyó carteles en la institución y las delegaciones, como así también a través de mails y en nuestra página web.

           

Para reemplazar la atención personal impedida por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio establecido por el Gobierno Nacional, dispusimos en 48 hs. de una logística de acceso virtual a través de la cual los afiliados se pudieran comunicar vía mail o a través de la página web, con su usuario y contraseña. Al respecto, se hizo un especial trabajo con los que aún no habían accedido al sistema, contactándolos para hacerles conocer esta metodología y explicar su funcionamiento.

 

            En esta instancia se creó el Certificado de Habilitación Temporaria, para que quienes carecían de la credencial que los acredita como afiliados, pudieran gestionar dicha certificación, accediendo a través de la página web. Esto supuso la asistencia para los que requerían atención médica urgente y no contaban con su tarjeta identificatoria.

 

Al mismo tiempo, tanto las internaciones como las prácticas que requerían autorización, fueron implementadas vía mail y, salvo las que requerían auditoría médica, se confirmaban, en el transcurso del mismo día. Las demás, a más tardar a las 48 hs. Y para agilizar la adquisición de medicamentos, Caja Forense procedió a aceptar las recetas electrónicas, en reemplazo de las en formato papel.

 

De igual modo se procedió a canalizar la solicitud de reintegros, los cuales luego del control de rutina fueron transferidos dentro de las 24 horas. Asimismo se transfirieron los reintegros que no habían sido retirados de la Caja desde el mes de enero, pese a haber sido debidamente notificados. Para esta instancia, personal de la caja se comunicó con los afiliados que no habían denunciado su CBU para poder completar el circuito.

 

En relación a la medicación para tratamientos crónicos (uso permanente, plan vital y diabetes) el afiliado concurrió a la farmacia a retirar los medicamentos, sin necesidad de presentación de la receta médica.

 

En consonancia con lo dispuesto por el Ministerio de Salud de la Nación y la recomendación de la OMS, a partir del 17 de abril, comenzamos la campaña de vacunación antigripal para los afiliados mayores de 65 años, para quienes dispusimos un ágil sistema de acceso en la farmacia, con un bajo costo y presentando su credencial.

 

A pesar de los cambios a los que nos vimos obligados a implementar, Caja Forense no sólo no interrumpió sus servicios, sino que habilitó otros nuevos que puso a disposición y dio a conocer en forma inmediata, que resultaron, en muchos casos, mas efectivos que la actividad presencial.

 

Y si bien mantener e incluso mejorar los servicios en este período fue un objetivo impostergable, para lograrlo se requirió de un arduo trabajo con los prestadores con quienes tenemos servicios convenidos, ya que algunos pretendieron un aumento de los aranceles argumentando que esta situación elevaba sus costos, lo que derivó en una compleja negociación que pudimos resolver garantizando la continuidad de la cobertura. En el mismo sentido, otros decidieron reducir los tiempos convenidos para la cancelación de las facturaciones, llegando incluso a amenazar con el corte de servicios por falta de pago, cuando las facturas aún no estaban vencidas. Con ellos también se hizo contacto de inmediato para que se respeten las condiciones con que veníamos trabajando antes de la pandemia.

 

A pesar de ello, si bien hubo una menor demanda de algunas prestaciones, otras se incrementaron sustancialmente y Caja Forense cumplió regularmente con los pagos de las facturaciones en tiempo y forma.

 

La fiscalización de expedientes fue resuelta mediante un convenio con la Corte Suprema de Justicia de la provincia a través del cual el juzgado remite vía mail las actuaciones, con respuesta en 24 horas por parte de los fiscalizadores. En los casos en que se solicitaron expedientes que se encontraban fiscalizados y no retirados de la Caja o fiscalizaciones de expedientes que se encontraban en poder de los profesionales, el proceso fue implementado a través de la guardia de la Casa del Foro.

 

A pesar que en este tiempo Caja Forense vio drásticamente reducidos sus ingresos por la falta de aportes y por la extraordinaria erogación que demandó el mantenimiento de los servicios asistenciales, se tuvo en consideración que debía profundizarse el principio de solidaridad que rige la institución, debido a la disminución de ingresos de los afiliados que se vieron imposibilitados de trabajar dada la feria extraordinaria dispuesta para el Poder Judicial. Por ello, resolvimos prorrogar en dos oportunidades los vencimientos de deudas y a retrotraer el monto del aporte mínimo a integrar el trimestre que venció el 29 de mayo, a los valores dispuestos para noviembre de 2019.

 

En este mismo contexto, cuando se permitió la asistencia presencial de los afiliados previa solicitud de turno telefónico, se habilitó la posibilidad de integrar los aportes trimestrales, deudas y cuotas de préstamos pendientes, con tarjeta de crédito. Y se mantuvo el convenio con el Nuevo Banco de Santa Fe, para que los afiliados que posean tarjeta Visa o Mastercard emitidas por dicha entidad, pudieran disponer de hasta 12 cuotas sin interés. Y en el caso de aquellos que no poseen tarjeta de crédito, se dispuso la posibilidad de formalizar un plan de pago con la Caja.

 

Para los afiliados que no alcanzaron a cubrir el mínimo trimestral al 29/5/20, la Caja analizará cada situación en particular, permitiendo el cumplimiento del aporte, con posterioridad a la fecha establecida, sin suspensión de servicios.

 

En el devenir de los acontecimientos algunas situaciones no pudieron ser resueltas con la celeridad e inmediatez requerida y seguramente hemos cometido errores; pero con responsabilidad los reconocemos y asumimos como parte de un aprendizaje al que nos vimos obligados a incorporar, para afrontar una situación desconocida y que desbordó incluso a los sistemas de salud de los países más poderosos. Aún así, hemos obrado de buena fe y tengan la certeza que hicimos nuestro trabajo poniendo el mayor empeño para cumplir en tiempo y forma con los requerimientos y necesidades de los afiliados.

 

En el año en que Caja Forense cumple sus 70 años de vida y como en tantas otras difíciles etapas de nuestro país, se sostuvo fiel al principio de solidaridad que la caracterizó a lo largo de su historia. Este año 2020 puso a prueba al sistema y Caja Forense se mantiene a la altura de lo que demandan estos difíciles tiempos. Y son ustedes -los afiliados- a quienes queremos hacerles llegar un agradecimiento muy especial porque con su comprensión y respeto han demostrado una invalorable predisposición para adaptarse a las modalidades implementadas por la Caja, que hizo posible mantener activo el contacto permanente y la atención por y para todos.